Lucrecia y la iluminación cinematográfica II
Por fin, sus movimientos y caminar estaban siendo registrados por alguien más, que al parecer, llevaba un registro exacto de sus sonrisas.
Lucrecia palideciò de pronto, comenzó a temer que, por el hecho de sentir los acercamientos a su rostro, estuviese sobre actuando, en un afán por querer conservarse perfecta ante auquel registro, ante tales movimientos de cámara.
Lucrecia y la iluminaciòn cinematografica Parte I