Sobre relatos, cuentos e historias

Espacio dedicado a los textos que le han ayudado a la autora a hacer más leve el tiempo de la vida, el cual suele ser muy largo. Esperando que algún incauto perdido de la red llegue a estas líneas y alimente su ocio,y si hay suerte, quizá hasta le comuniquen algo

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Nombre: Arenita
Ubicación: México, D.F., Mexico

Maestra en Artes Visuales con orientación en Diseño y Comunicación Visual y Lic. en Diseño y Comunicación Visual, por la ENAP/UNAM. Diseñadora gráfica que desde hace años trabaja usando sólo Software Libre en su trabajo profesional. Labora en el sector cultural, social y educativo.

domingo, abril 22, 2007

Sobre enfermedades recurrentes

Las enfermedades causan cansancio, algunas veces, aceleración, pero siempre provocan alteración en el devenir de la vida.

Quizá sean esos inesperados efectos lo que nos hace propensos a dichas enfermedades y a actuar como un verdadero hipocondriaco.

Es ahí cuando se comienza a ser adicto a los desamores, a las nostalgias, a los deseos reprimidos y a las depresiones, en un esfuerzo más por acercarse a la verdad.

Como lo diría el psicoanalista (aún no de cabecera), "...tiene sus ventajas la depresión, hasta cierto punto se esta más cerca de la realidad, por eso se deprime..."

lunes, abril 02, 2007

Fragmento de viaje

Arenita en la nada

Fahrenheit 451 pag 177, en el largo viaje al Chaltén como a las 14:00 hrs argentinas leo:

"Cuando muere, todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocara de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio a donde ir cuando mueras y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plataste, tú estarás alli. No importa lo que hagas-decía- en tanto que cambies algo respecto a cómo era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ello tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y a un auténtico jardinero está en el tacto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí, el jardinero estará allí para siempre"

Este tipo de "parrafos" son los que le hacen creer a uno que ciertas cosas aún tienen un poco de sentido, razón por las que aún escribo de vez en vez.

La historia perdida del fin del mundo

estepa patagónica

Para mi buena suerte encontré unas pequeñas memorias de viaje que había creido perdidas. Al leerlas recordé aquella historia de fin del mundo donde una especie de oasis nos daba aliento, alimento y un baño limpio que nos permitiera seguir nuestro largo camino.

He aqui lo que escribí aquel dia:

3 febrero del 2007
Camino patagónico
19:30 hrs

6 meses enteros a la mitad de la patagonía, en medio de la nada, esperando la única compañía momentanea que representan los turistas que llegan en lapsos de 2 o mas horas.
La estancia que acabamos de pasar, a unos 400 km de nuestro destino "El Chalten" es conocida como La siberia, que resulta ser un oasis en medio de la estepa; un lago y un silencio absoluto que la hace uno de los lugares más enigmáticos de nuestro descenso hasta el fin del mundo que hoy cumple su tercer dia.

La mujer que nos recibe se llama Angélica. Le ha gustado (como a muchos sudamericanos) nuestro acento y lo ha identificado de inmediato. Ella esta en La Siberia de octubre a abril, completamente incomunicada, la luz la provee un motor con el combustible suficiente para estos 6 meses, y sólo un radio para comunicarse y pedir ayuda en caso de emergencia, la cual, tardaría horas en llegar.

Se nota que es feliz con su vida: " se convive con la naturaleza, y se conoce mucha gente" me dice, "se platica un rato y luego se van, vienen más y vuelven a irse".

Me pregunto si el silencio le dirá algo todos los días

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